Mi marca.

- Sé quién eres.. -Estaba aterrada por pronunciar esas palabras, pero necesitaba hacerlo..
-¿Ah, sí?, entonces según tú.. ¿Quién soy?.- Sonríe mientras habla.. realmente, tiene una sonrisa preciosa.
-Tú.. estabas en un bosque, me salvaste.. no sé de qué, ni de quiénes, pero lo hiciste. No recuerdo haber tenido nunca un sueño así, no entiendo nada..- Empezaba a ponerme nerviosa, las manos me temblaban y me costaba hablar.
-¡Dios!, ¿Qué.. qué coño está pasando Michael?
- Tranquilízate, si no lo haces no podré explicarte con exactitud la situación.- Cojió mi mano y me llevo a un sillón al fondo de la habitación. - ¿Tienes un tatuaje en la espalda, no es cierto?.- Sí, pero.. ¡Joder, qué tiene que ver eso!, quiero que me expliques lo qué pasa y no me hagas preguntas estúpidas.. por favor.
-Tú tatuaje forma parte del tema, te lo hiciste a los 15 años para tapar una marca que creías que era de nacimiento..- ¿Cómo sabes eso?.
-Zaira, déjame terminar.. Esa marca, no es lo que tú piensas, tienes un "microchip" dentro de la piel, de un gran valor, en el qué hay una información con la cuál quiénes quieren hacerse contigo, podrían hacer mucho daño.
Fuiste la única persona que pudo sobrevivir a una sustancia que el microchip tiene dentro, que cuando hace contacto con la piel, puede ser mortal.. de ahí viene tu marca.
- Pero.. y ¿por qué ami?.- Porque tú eres fuerte, y aún sin tener nada en la vida, has sabido seguir sola, por eso fuiste capaz de resistir, por eso te eligieron a ti..
-¿Quién me inyectó esa cosa?.- Eso no te conviene saberlo ahora, lo siento.
- ¡Uf!, está bien.. pero supongo que no es tan difícil acabar con esto, les doi el microchip y todos contentos ¿no?.- No, ellos.. te quieren muerta.

Sueño.

Cortes, arañazos, miles de heridas por mi cuerpo, ¿Por qué me perseguían?  no sé cuanta sangre habré derramado ya.. intento escapar de quienes quieren hacerme daño. Es una noche muy fría, hay tormenta y llueve como nunca, sigo corriendo y escapando, hasta adentrarme en un bosque.
Tras un largo rato me da la sensación de estar dando vueltas en círculos, hace muchísimo frío, tan solo llevo puestos unos pantalones, que están rotos por todas partes, y una fina camiseta de manga corta.

Estoy perdida, pero aun así ellos me han encontrado, no seguiré adelante vaya a donde vaya me pisarán los talones, me tumbo en el suelo y me abrazo a mis rodillas, quisiera dormir para siempre.
Escucho sus pasos, están a mi lado, se ríen al mismo tiempo que me dan patadas en las costillas y en la cabeza, habrán pasado apenas dos minutos, pero parece que llevan una eternidad dándome golpes.
Un enorme estruendo irrumpe entre las risas, al instante estoy libre de sus patadas.. Alguién me levanta, su mano recorre mi mejilla a la vez que dice.. - Tranquila, no te haré daño, conmigo estás asalvo.

En cuestión de segundos, esa imagen desaparece, vuelvo a estar ahí, en esa habitación.. con él chico del bosque, con..Michael.

Necesito respuestas..

Una suave brisa recorre mi cuerpo, voy abriendo los ojos poco a poco e intento incorporarme, no reconozco el lugar donde estoy, una habitación rústica, decorada a la perfección, me acerco a una enorme terraza que da a un precioso acantilado, ahora entiendo de donde viene esa brisa tan fresca.. del mar.

-Buenos días.- Me doi al vuelta para ver quién ha sido la persona que pronunció esas palabras, delante mia un chico alto y fuerte, de pelo negro, se acerca lentamente, me suena su cara.. -¿Quién eres, y que narices estoy haciendo aquí?.- Se sigue acercando a mi, decido retroceder..
-Eh, tranquila, que no te voy a hacer nada, para empezar mi nombre es Michael, y te he traido aquí porque es el único lugar donde no te pueden hacer daño.
- Vale.. Michael, ¿cómo que hacerme daño?, Si mal no recuerdo, tuve un accidente al cruzar la calle.. y acabe en el hospital.. ¿quién iba a hacerme daño allí?
- ¿Quién ha dicho que fuera un accidente?.

Extraño despertar

Todo está tranquilo, tengo la sensación de estar en las nubes, siento qué estoy dentro de una gran burbúja que podrá llevarme a donde quiera sin tener que sentir el peso de mi cuerpo, sin tener que hacer absolutamente nada..
Sé que esto es pasajero, que estoy soñando, y pronto despertaré.. ojalá no fuera así, quisiera sentirme todos los días de esta forma, me siento relajada, pero aun el fondo.. algo dentro de mí, está vacío, me falta algo, que parece que jamás encontraré.

El ambiente cambia, ahora todo es gris y me siento atormentada, un gran dolor en el pecho me está matando, no puedo respirar.
- ¡ La máquina se ha parado !, necesito atención en la sala 12 ahora mismo por favor, es urgente.
-¿Qué está pasando, donde estoy?- Intento pronunciar esas palabras, pero no estoy segura de que se me escuche lo suficiente, no tengo fuerzas.. tengo una imagen borrosa de la situación, cientos de personas entran y salen, no dejan de hacer ruido, quiero que se callen..
-Oiga caballero, usted no puede entrar aquí, salga ahora mismo por favor, son las reglas del centro.
-Aga el favor de apartarse ahora mismo si no quiere salir mal parada de esto.
Una voz nueva en la habitación, amenazante pero a su vez es suave y dulce.. ¿Quién es?
-¡ Seguridad !, necesitamos ayuda ahora mismo en la tercera planta, un hombre joven, se acaba de llevar a la paciente de la sala 12, vengan cuanto antes.
Todo pasa muy rápido, los gritos, los pasos, el ruido.. todo se va quedando atrás, al igual que mis pensamientos se van apagando poco a poco para dar lugar al sueño..
- Conmigo estás asalvo, te pondrás bien, lo prometo.
Y de nuevo.. escucho esa voz suave y dulce.

De nuevo.. la misma historia.

Abro los ojos.. las luces, la música, los gritos, las risas.. todo, me invade, y recorre mi cuerpo como si miles de agujas crecieran dentro de mi.
Necesito salir, todo me da vueltas, en cualquier momento caere al suelo..-Perdone, podría decirme donde se encuentra la salida.
-Está en la segunda planta, subiendo por aquellas escaleras de la derecha.. señorita, ¿necesita ayuda? -Estoy bien, gracias.
Me abro paso entre la gente e intento centrarme, subo las escaleras y ya en la segunda planta veo la salida.
Por fin puedo respirar aire fresco, me siento en el borde de la carretera, necesito quitarme este inmeso dolor de cabeza.
Como otra noche más, pienso que tengo que dejar las salidas, controlarme al beber, y fumar menos.. pero ya sé que eso no va pasar, son tantas las veces que lo intente.
Pasados 15 minutos..ya estoy mejor, con la mirada busco mi coche.. -Joder, porque lo habré dejado al otro lado de la calle.
Sin pensarmelo dos veces, me levanto de golpe y cruzo la carretera solo quiero llegar cuanto antes al coche y de ahí irme a casa. Pero no es así..
Un momento, ¿que.. que está pasando?.. Al instante todo se vuelve negro.